Vivir lo que deseamos al felicitar el Año Nuevo

Empezamos a transitar un nuevo año. Para el Universo, para la biología, no hay “temporizador”, pero los humanos hemos dado respuesta a la necesidad de situarnos en el tiempo. Dar respuesta a ese anhelo de poder hacer nuevas todas las cosas, de empezar de nuevo. Es precioso porque también es el anhelo de soltar, de dejar atrás.

Una vez más, desde este vivirme como “un proyecto de ser humano” “en camino y siendo caminada por dentro a la vez” (tomo estas palabras de una entrevista realizada a Javier Melloni en Gente Bonita, con el título “Se avecina una gran crisis”), me hago la invitación, y os la hago a cada uno/a, a mirar-nombrar qué “cosas”  necesitan en mí soltarse. ¿Qué sufrimiento, qué creencia, qué habito, quizá una relación o una actitud en esa relación, un resentimiento, un sueño que se quedó antiguo, un proyecto que no es mío y me pesa,…? 

Nos deseamos unos a otros Paz, Felicidad, Salud, Amor,…es bonito y benéfico tener esos deseos, celebrar la vida juntos – no voy a entrar en los modos de celebración-. Para ser expresión de Amor, de Paz, de Salud ¿qué se mueve en mí? Elegimos una cosa, esa que realmente se mueve con fuerza desde la Vida. En mi caso, dejar caer la creencia de que “me pueden faltar recursos económicos”, con todos los pensamientos, emociones, comportamientos que ello implica.  Vivirme desde la generosidad y la confianza, conmigo y con los/as demás me permite ser más libre, más auténtica, más feliz. 

Melloni expresa que somos proyecto de ser humano, proyecto de ser hermano/a, con todo (personas, animales,…). Al escuchar la entrevista me venía a la mente lo lejos de este proyecto que está la humanidad. En nuestra cultura cristiana los arquetipos de hermanos que tenemos son Caín que asesinó a su hermano, José vendido por sus hermanos para no matarlo, Jacob que se disfraza de su hermano Esaú, en complot para robarle una bendición a su padre, Isaac…y si miramos nuestra historia reciente y presente, a veces nuestras propias familias, no parece que aspirar a ser hermanos sea un proyecto acertado. Sin embargo, mirando realmente, reconocemos miles y miles de gestos de fraternidad que nos han permitido seguir vivos como especie humana, sobrevivir a situaciones de guerra, de pandemias, de sequías o inundaciones,…La mente, al menos la mía, tiene tendencia a mirar lo mucho que nos falta para vivir esa Fraternidad que realmente somos.

Mas es lo que somos, esa es nuestra esencia. Entonces, es muy sencillo: podemos colaborar con ese Camino que nos camina para dejar caer los miedos que nos hacen vivirnos a la defensiva y al ataque, que también es lo que somos en el nivel puramente biológico y también “cultural”.

Desde la Confianza de que somos caminados, las personas que representamos Viento del Sur, caminamos y os invitamos a caminar “haciendo nuevas todas las cosas”, es decir, viviendo Presentes, soltando.

Scroll al inicio